Los Green Guerrillas son un grupo formado en 1973 cuyo objetivo es transformas los solares cerrados llenos de escombros y residuos en jardines de la comunidad. El resultado son los llamados huertos urbanos donde se plantan no sólo vegetales sino también se busca un nuevo núcleo verde con flores, árboles, setos creando conjuntamente un jardín de la comunidad. Todo esto da a lugar que a los huertos urbanos se conviertan en lugar de reunión, educación de la juventud, centros de la comunidad vitales para generaciones futuras. Su localización suele ser en barrios marginales de Nueva York donde la implicación vecinal es fundamental para el éxito del proyecto. Se consigue una recuperación del suelo como lugar de siembra y cultivo y se mejora la calidad del entorno. Las Green Guerrillas se inició con los jardines de Liz Chisty en 1973 que con sus amigos, limpiaron un solar vacío y cultivaron u huerto allí donde sólo había basura, se cambió el negro por el verde. Se creó un auténtico movimiento urbano de parcelas inmobiliarias pero no destinadas a la edificación sino al cultivo. La visión de los Green Guerrillas no se para sólo en cultivar los huertos urbanos sino hay todo un entramado para el mantenimiento de este sistema de recuperación de solares marginados y en desuso ya sea como lugar de cultivo o como lugar destinado a la mejora medioambiental a modo de parque, de jardín, etc. Se genera una situación urbana autoorganizada y autogestionada, al margen de los poderes centrales, siendo acciones necesarias y naturales en un medio controlado y limitado por los estamentos reguladores.
Los Green Guerrillas llevan a cabo toda una red organizada del uso del suelo que se puede tomar de uso general y aplicar en otras ciudades modernas ya que los problemas no dejan de ser los mismos:
– Definir el tipo de jardín en función de la demanda del barrio; huerto, setos, flores, combinado etc.
-Población a la que se destina.
-Implicación del grupo beneficiado en el proyecto
-Buscar un patrocinador
-Buscar el suelo
-Preparación del suelo
-Organización de equipos voluntarios de trabajo
-Dar buena presencia al jardín
-Seguro de responsabilidad
-Establecer unos objetivos a corto y largo plazo.
En Nueva York como en el resto de ciudades modernas se afecta fuertemente al entorno natural y la biodiversidad de las áreas vecinas. Frente a ello, los Huertos Urbanos suponen:
– Una forma efectiva de aliviar la presión del paisaje urbano.
– Sirven para compensar el efecto de “isla de calor” que se produce en las ciudades. El cemento y el asfalto absorben e irradian la luz del sol, provocando un aumento de las temperaturas en las ciudades que implican un mayor uso del aire acondicionado y por tanto mayor gasto de energía.
– Pueden absorber gran cantidad de agua de lluvia, reduciendo la presión sobre los sistemas de alcantarillado.
– Suponen un manejo ecológico sustentable de los espacios verdes, mejorando la repoblación de insectos polinizadores, favoreciéndose la presencia de aves y diversificándose las especies y el número de plantas.
– Mediante el intercambio de semillas se contribuye a la conservación de especies autóctonas y tradicionales, cultivándose frecuentemente variedades de frutas y vegetales que no están disponibles a nivel comercial y que de otra manera corren un serio riesgo de desaparición.
-Son una invitación a la integración y coexistencia entre el campo y la ciudad, entre la naturaleza y la urbe, mejorando la calidad del aire y disminuyendo la contaminación.
No hay que olvidar que esta recuperación del suelo se convierte en un espacio donde la ecología se mezcla con la educación social siendo en definitiva un proyecto común del barrio mejorando la calidad y el ambiente urbana. No obstante nos encontramos con un problema cuando el solar vuelve a su propietario para su construcción, ¿qué hacemos con toda la gente que ha contribuido a la formación del huerto urbano una vez entregado el suelo a su propietario? ¿El cierre de un huerto lleva consigo la apertura de otro? Es necesario que todos los participantes sean conscientes de que se trata de un proyecto temporal y que tendrá un fin; hay que definir el tiempo mínimo necesario para cada tipo de solución sea huerto, jardín, o combinado y no dejar los proyectos y los esfuerzos vecinales a medias. Por tanto, previamente a la elección del suelo, hay que analizar el uso temporal que mejor convenga en función de:
– Tamaño del solar
– Tiempo para poder ejercer la actividad
– Impacto social del entorno y población a la que se destina
– Alternativa posterior una vez finalizado el plazo de uso del hueco urbano
Estas son algunas localizaciones de los huecos-huertos urbanos de los green guerrillas: